Coquimbo, (@JUNJI_Coquimbo). Feliz se encuentra la comunidad educativa del Jardín Infantil “Girasol” con los nuevos espacios educativos que cuenta el establecimiento gracias al proyecto presentado a los Presupuestos Participativos 2018 de la Junji Coquimbo.
“Sembrando y Sembrando Vida Sustentable” es el nombre del proyecto que presentó la comunidad educativa, quienes se reunieron y detectaron las necesidades del establecimiento en relación a los intereses de los niños y niñas. Consideraron necesario renovar los implementos de la huerta y lombricera, lo que ofrecería a los niños y niñas mayores oportunidades de tener contacto con la naturaleza y fortalecer el valor del respeto, responsabilidad y sustentabilidad, los cuales sustentan el Proyecto Educativo del jardín infantil.
María Angélica Romero, directora regional de la institución, señaló que unas de las esencias que tiene la educación parvularia es la participación de las familias y la pertinencia cultural donde se incorporan las tradiciones y costumbres al currículo. “Felicitamos a esta comunidad educativa por toda la incorporación, no solamente de las niñas y los niños, sino de toda la familia, quienes participaron en este proceso de construcción de una educación sustentable”, indicó.
El Presupuesto Participativo es un programa piloto a nivel nacional de la Junji, donde la ciudadanía se hace parte en la gestión de un proyecto con recursos estatales para satisfacer una necesidad de la comunidad del establecimiento. El objetivo es sensibilizar a las familias para motivarlas a ser parte de la educación y bienestar de sus hijas e hijas a través de estas iniciativas.
Para la encargada del Jardín Infantil “Girasol”, Andrea Camilla, esta iniciativa viene a potenciar el sello educativo del establecimiento que tiene relación con los estilos de vida saludable y la protección y cuidado del medio ambiente.
“La familia participó de manera activa en este proyecto y los niños lo asimilaron muy bien, alimentan las lombrices y saben que eso debe ir licuado, tienen un hábito de regar las plantas y mantenerlas. Esto ha fortalecido nuestro trabajo y ellos mismos traen y explican el proceso a sus padres”, dijo.
En ese sentido, Melisa González, madre de Antonella, párvulo del nivel medio mayor del establecimiento, valoró la oportunidad de participar en esta iniciativa que incorpora a toda la comunidad educativa. “Encuentro fantástico lo que se logró con este proyecto. Ahora los niños pueden experimentar con las lombrices y jugar en el huerto. A toda la comunidad educativa nos sirvió bastante y los apoderados tuvieron un compromiso gigante”, explicó.