Santiago, (@JUNJI_Chile). La llegada del coronavirus (Covid-19) a nuestro país — reconocido como una pandemia el 11 de marzo de 2020 y que a la fecha ha acabado con la vida de 6,8 millones de personas — implicó a los equipos de Junji gestionar rápidamente acciones para enfrentar la situación, sobre todo en los primeros meses de emergencia sanitaria, cuando el mundo no disponía de vacunas y no conocíamos la forma de proteger del virus al sistema inmunitario, teniendo que establecer rápidamente coordinaciones a nivel nacional y regional. En este contexto, destacó el trabajo del equipo de Clima y Seguridad Laboral, quienes realizaron un enérgico trabajo junto a sus contrapartes regionales.

“Las acciones eran desafiantes, nos enfrentábamos a algo desconocido y con características de mucha gravedad. Necesitábamos elaborar definiciones en conjunto con el Departamento de Calidad Educativa para el abordaje y la elaboración de un protocolo institucional que sirviera de guía a nuestros equipos regionales. Los contagios producto de la enfermedad comenzaron a hacerse cada vez más presentes y se debía dar cumplimiento a lo dispuesto por la autoridad sanitaria”, comenta Fernando Setti, profesional de la Oficina de Seguridad y Prevención de Riesgos de la Dirección Nacional.

La instauración del uso de mascarilla, el distanciamiento, el establecimiento de aforos, la ventilación de espacios cerrados y el lavado continuo de manos, fueron las primeras medidas frente a un virus inédito en ese entonces.

Esta realidad desafiaba los procesos pedagógicos de la Junji y el vínculo entre educadoras y técnicas en Educación Parvularia y los niños/as, familias y equipos. Al mismo tiempo, se decretaba cuarentena en las regiones de mayor contagio, y la institución debió cerrar las unidades educativas ubicadas en estas localidades.

Respecto de esto, la directora del Jardín Infantil “Rayito de Sol” de Arica, Yeldy Valdenegro, destaca el acompañamiento y asesoría que recibieron las unidades educativas por parte del equipo de Prevención: “Nos entregaron tranquilidad respecto de cómo enfrentar el proceso, los elementos protectores, orientaciones de higiene, seguridad para entregar las canastas de alimentos sin miedo a contagiarnos, siempre nos dieron charlas online, y nos asesoraron de forma muy completa en la vuelta a la presencialidad, también orientaron a las familias; se tomaron resguardos para la seguridad de todos”.

Contención emocional

Si bien el primer desafío fue instalar las medidas sanitarias de prevención del contagio, desde el punto de vista socioemocional la pandemia fue una avalancha que atravesó la vida personal y laboral de todos/as. Debido a esto, el trabajo de la Oficina de Clima Laboral fue un gran apoyo para los funcionarios/as de la Junji, con acciones que promovieran el resguardo de la salud mental, en el marco del confinamiento que se mantuvo durante largos meses.

“Generamos los lineamientos técnicos para la protección de la salud mental en el marco del teletrabajo; conformamos en conjunto con Calidad Educativa la Mesa de Bienestar Emocional en Emergencia, el conversatorio de duelo y de salud mental en emergencia, con expertas externas en la materia; además se generaron materiales como talleres para el reencuentro, cartillas informativas para promover el buen trato – en el contexto de medidas preventivas que impedían el contacto físico – cuentos para niños y niñas, entre otras actividades, y la Estrategia de Cuidado de Equipos y Autocuidado (CEA) que ya existía en Junji, fue adaptada para abordar temas pertinentes a lo que se estaba viviendo”, cuenta Michael Swaneck, profesional de la Oficina de Clima Laboral.

En esta misma línea, en cada región las oficinas de Clima Laboral también desarrollaron estrategias específicas pertinentes a las necesidades territoriales. Entre ellas, podemos destacar la capacitación online en Primera Ayuda Psicológica dirigida a asesores técnicos pedagógicos y directoras de jardín infantil, talleres de contención emocional a equipos educativos y de oficinas, fortalecimiento de competencias de directoras de Jardín, para el adecuado abordaje de las funcionarias en el marco de la pandemia, talleres virtuales de duelo y atención individual de casos emergentes.

“Queremos reconocer el enorme trabajo realizado por los funcionarios/as de las oficinas de Clima Laboral. La pandemia exigió esfuerzos significativos, personales y de equipo, con altas dosis de innovación y reinvención de lo ya implementado, para adecuarlo a la situación de emergencia. Agradecemos enormemente contar con profesionales altamente comprometidos con su tarea, que en ese momento fue muy desafiante y desgastadora”, comenta Andrea Báez, psicóloga de la Oficina de Clima Laboral.

Asimismo, Pablo Cornejo, jefe (S) Sección de Clima y Seguridad Laboral, — quien durante la pandemia se desempeñó como profesional en la Oficina de Seguridad y Prevención de Riesgos — destaca el gran trabajo de la Sección, tanto a nivel de Dirnac como regional: “Quiero agradecer a todos/as quienes aportaron de una u otra manera para avanzar en esta tarea, ya sea desde la puesta en marcha de acciones para controlar y reducir el impacto de la pandemia, como de aquellos que permitieron dar continuidad a los procesos institucionales, a través del soporte tecnológico, la compra de insumos, el acompañamiento a los equipos, la asesoría, y todas aquellas acciones que aportaron con el objetivo de dar cumplimiento a nuestra misión institucional. Gracias por su trabajo, con especial dedicatoria al equipo de Clima y Seguridad Laboral”, concluye.