Chillán Viejo, (@JUNJI_Nuble). Más de una decena de videos han enviado semana a semana los equipos educativos, de sala cuna a nivel medio mayor, del jardín infantil Campanita, a las familias de los 90 niños y niñas que, hasta antes que aconteciera la pandemia del Covid-19, asistían a diario a este establecimiento de administración directa de Junji Ñuble, en la ciudad de Chillán Viejo.
Pero no son solo cápsulas audiovisuales hechas con delicadeza por las mismas educadoras y técnicas de párvulo que conforman el equipo educativo liderado por Lidia Fernández, sino que además entregan propuestas creativas a las familias con el paso a paso de cómo pueden realizar en sus propios hogares verdaderas “instalaciones artísticas de acompañamiento en el hogar” junto a los niños y niñas, inspiradas en la filosofía Reggio Emilia, y que buscan “favorecer el juego simbólico espontáneo y natural, potenciar el desarrollo de la creatividad, despertar la imaginación y considerar el protagonismo del niño en los procesos del aprendizaje”, según explica la directora del establecimiento.
De acuerdo a la visión reggiana, es vital generar un ambiente de aprendizaje enmarcado en una visión holística de los niños, en el respeto al derecho puro y esencial de la expresión libre, creativa y generosa que ellos manifiestan espontáneamente en la acción diaria, procurando espacios enriquecedores, alegres y de confianza en las unidades educativas. Así se explica en el libro de Ediciones de la Junji: Tres miradas de la educación infantil.
Pero, ¿cómo practicar esto en casa? Carolina Goldeberg es apoderada de dos niñas de sala cuna y nivel medio mayor, respectivamente, del jardín infantil “Campanita” y en los momentos libres entre el teletrabajo y las tareas domésticas realiza las experiencias que envían las educadoras por videos a través de WhatsApp.
“Es fácil replicarlas porque son videos muy explicativos y los materiales que piden los tengo a mano, son cosas que puedes reutilizar. Con varios días de anticipación voy juntando rollitos de confort, tapitas, cucharas, según sea necesario, y trato que mi esposo esté acompañándonos en el momento en que instalo y preparo todo, porque cada elemento debe tener un orden y luego, cuando las niñas juegan, lo hacen de manera libre y a veces están más de una hora entretenidas”, explica la madre.
Una de las experiencias enviadas por el equipo del jardín fue un espiral hecho con harina, entremedio del cual se colocan objetos que los niños y niñas deben encontrar, todos materiales que están en casa y de uso diario. “Mis hijas se entretienen más con estas cosas que con sus juguetes”, resalta Carolina, quien cuenta que ha notado que en estos meses en casa con las actividades del jardín, sus hijas juegan libres y van aprendiendo muchas cosas a la vez.
“Nos sustentamos en un enfoque donde los niños y niñas son poseedores de grandes potencialidades y aprenden en relación con los demás. Para nosotras el rol que juega el ambiente como tercer educador es fundamental, porque comunica, transmite sensaciones y evoca recuerdos, despertando en los niños y las niñas la curiosidad y el interés para construir sus propios aprendizaje”, explica Fernández.
La propuesta pedagógica es enviada semanalmente. El equipo educativo primero graba detalladamente lo que las familias deben realizar en casa, con el uso de materiales simples y cotidianos facilitando el proceso de aprendizaje, el Jardín Infantil “Campanita” a través de su sello educativo releva la valoración y el cuidado del medio ambiente, propiciando el uso de materiales naturales como piedras o ramas que caen de los árboles.
Además, en las cápsulas se explica desde la búsqueda de los recursos, definición del espacio, la preparación y distribución de los diferentes materiales que se requieren en casa, lo que es de especial cuidado en la filosofía Reggio Emilia, pues las instalaciones deben considerar una estética que despierte la curiosidad y el interés de los niños y niñas. Todo, se acompaña de una música suave que invita al niño y niña a la transformación del espacio.
Por último, la madre, padre o adulto que acompañe, debe observar y registrar a través de fotos y videos e intervenir solo cuando el niño y niña lo requiera, luego envía estas evidencias a las Educadoras quienes la incorporan a una carpeta digital de documentación pedagógica en donde se evidencia la trayectoria educativa de los niños y niñas desde su hogar, retroalimentado de forma conjunta los aprendizajes.
“El Jardín Infantil “Campanita” ha buscado mejoras para lograr procesos educativos de calidad. Para eso, no solo han trabajado como equipo de jardín infantil, sino extendiendo estas reflexiones, y cambios a la comunidad educativa que los rodea, haciendo parte a las familias, niños, niñas, juntas de vecinos, casas formadoras y otras unidades educativas de administración directa y VTF. Por supuesto, que no ha sido fácil, ni perfecto desde el principio, pero en el proceso el equipo ha hecho una constante evaluación y mejora de los cambios que se están generando y éstos son compartidos por niños, niñas y sus familias, siempre bajo el amparo de nuestra misión institucional”, explica la subdirectora de Calidad Educativa de la Junji Ñuble Macarena Sandoval.
Apoyo emocional
El jardín infantil es un verdadero apoyo para las familias y también lo es a distancia. Entre medio del ajetreo hogareño en pandemia y sobre todo en las semanas de confinamiento, el equipo educativo del “Campanita” ha tenido especial cuidado de contener emocionalmente y sostener el vínculo afectivo y de confianza, manteniendo una comunicación respetuosa y cercana.
Por ejemplo, a diario realizan videollamadas a los niños y niñas de forma programada, en momentos en que la madre o padre o adulto a cargo pueda atender. Las educadoras hablan directamente con los párvulos para escucharlos y verlos cómo se sienten, qué han hecho y dejarlos expresarse.
Asimismo, el equipo se comunica continuamente con llamadas y mensajes con las apoderadas y apoderados para también contenerlos, darles consejos y guiarlos en la crianza a tiempo completo. Por último, también han entregado al menos tres bolsitas con materiales a domicilio, que tienen diversos recursos pedagógicos como pinturas, pinceles, papeles de colores, láminas, pizarras, cuadernillos de rimas, cuentos y también manualidades elaboradas por todo el equipo educativo.