Arica, (@JUNJI_Arica). Jugar es un acto inherente a la infancia, que considera múltiples beneficios. Ante ello, la Junji prioriza el juego como motor de aprendizajes, fomentando actividades lúdicas que sean atractivas para las niñas y niños.
En el año 2001 la Asociación Internacional de Ludotecas estableció que cada 28 de mayo se celebrara el Día Mundial del Juego, y pronto a festejarlo, la Junji mediante diversas actividades lúdicas que abordan diversas áreas como el lenguaje, matemáticas, motricidad y ciencias, entre otros, promociona en las familias el valor y la importancia de jugar.
“Para la Junji el juego está en el centro de las prácticas pedagógicas, entendiendo que especialmente durante la primera infancia permite potenciar una gran cantidad de conexiones neuronales, brindando diversos estímulos que favorecen el desarrollo cerebral”, sostuvo Marcelo Cortés, director regional de Junji.
La psicóloga de la oficina de Buen Trato de la Junji Arica, Paola Frugone, destaca que en situaciones difíciles el juego es la actividad natural del niño o niña y una herramienta fundamental para su bienestar, “A través del juego recuperan la sensación de control de su mundo y dan orden a la experiencia, pues les permite organizar en su mente las situaciones vividas. Ante contextos de emergencia, frecuentemente los niños y niñas expresan o actúan a través del juego los eventos estresantes, por lo que es esperable que representen escenas de miedo, tristeza o rabia”, precisó.
“Los espacios de juego libre se convierten entonces en una estrategia fundamental para que expresen lo que sienten, canalicen sus emociones y retomen progresivamente las rutinas. El juego es una herramienta natural que los niños pueden utilizar para incrementar su resiliencia; es decir, la capacidad para sobreponerse a situaciones difíciles, de la misma forma, el juego favorece el equilibrio y regulación del estado de ánimo, el sueño y la reducción de la ansiedad”, acotó.
Acompañando el juego
La profesional sugiere acompañar a las y los niños en el “juego libre”, que es el que genera mayores conexiones cerebrales; es decir, aquel tipo de juego en el que deciden qué, cómo y cuándo utilizar un determinado elemento.
- Considera su edad, características y gustos: Los lactantes disfrutan de las expresiones faciales, el reconocimiento de su cuerpo y de la interacción con otras personas a través risas, guiños y sonidos, lo que va produciendo una sincronía con el adulto, que fortalece el vínculo, el bienestar integral y desarrollo del lactante. Al crecer, cualquier objeto que resulte interesante y que no presenten riesgos puede transformarse en un juguete. Así podemos favorecer el desarrollo sensorial con diversas texturas, colores, sonidos, sabores y olores, propiciando el desarrollo de sus sentidos, el reconocimiento del mundo y el desarrollo de destrezas.
- Observa e involúcrate: Servirá para conocer la forma en la que significan, o le dan sentido a lo sucedido.
- Promueve la expresión de ideas: Puedes hacer preguntas respecto a lo que está representando en el juego o dibujos, así como indagar lo que los personajes están sintiendo.
- Valida sus emociones: Cuando surjan temas o juegos que contacten a los niños y niñas con emociones como la rabia, la pena, el miedo, etc., es importante aceptar estas expresiones como legítimas, sin ignorarlas, ni minimizarlas. Esto lo ayudará a sentirse aceptado, comprendido y menos ansioso (a). Ayúdales a poner nombre a eso que sienten y, desde la calma, acompaña la emoción.
- Favorece el afrontamiento positivo: Frente a diversos desafíos o situaciones puede invitar a los y las niñas a realizar actividades que les hagan sentir que están contribuyendo a resolver la dificultad, por ejemplo, con dibujos alegres o con mensajes positivos para mandar a sus familiares. Permite que las ideas de cómo ayudar provengan de ellos mismos, para favorecer su sentido de autonomía y transformar la situación.