En este artículo se presenta una reflexión basada en dos principios de la Teoría Bioecológica del Desarrollo Humano para relevar tanto la importancia de los procesos de interacción de calidad como del aseguramiento de condiciones para que todos los niños y niñas, en sus diferencias individuales, logren beneficiarse de dichos procesos. Para ello, se destaca lo fundamental que resulta intencionar en los cursos de formación profesional la creación de dispositivos que permitan que los equipos pedagógicos monitoreen su propia práctica y favorezcan la reflexión pedagógica en comunidades de aprendizaje.