En el desierto más árido del mundo se encuentra en la comuna de Diego de Almagro, en la región de Atacama, el Jardín Infantil Blanca Nieves, de administración directa de la JUNJI y con 35 años de historia.
Desde una pedagogía basada en el amor −en la que la niñez se constituye como un ser indivisible con cuerpo, mente y alma− se levantan experiencias educativas significativas y que progresivamente han tenido su sello en el cuidado y promoción del medio ambiente.
La directora de este establecimiento educativo aborda en este texto su sentir personal y colectivo con la vulnerabilidad frente a un entorno contaminado y agreste y cómo desde el aprendizaje, y con y para los niños y niñas, han podido empoderarse y cuidar su medio natural y social.